EL CANALLA. Capítulo 14.

RESUMEN DE LO ACONTECIDO:

Mientras Paco se pudre en la mazmorra de la Corominas y aguarda impotente su turno para dar cuenta de un opíparo orinal repleto hasta los bordes de lentejas recalentadas en intestinos ajenos, indiferente a su prolongada y no percatada ausencia, Oriol conspira con su novio Pere para poner en práctica los tenebrosos planes del Front Guifré el Pilos, un complot que deja a los judeomasones a la altura de simples aficionados, ea.

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¡Escucha aquí el capítulo original!


Ajeno al dramático cautiverio que estaba padeciendo Paco, ignorante de que había sido él el causante indirecto de aquella cadena de calamidades, Oriol Bonastret se encontraba planeando junto a su amante Pere Riudellós el próximo gran golpe del FGP, cuyo oscuro propósito como ya sabemos no es otro que instaurar una dictadura sodomita en Cataluña y a continuación anexionarse España, y si es posible il mondo au complait. Sus siniestros preparativos, aunque con algunos cambios de última hora, iban viento en popa. Despues de merendar un cucurucho de carquiñolis y medio litro de trinaranjus por barba, ambos discutían la estrategia a seguir.

—A ver, Oriol, repasemos la llisó, que tu eres muy pancha contenta y estás muy penchat y eres capaz de olvidarte de tot.
—Ostima, Pere, si que te refías poc de mi. A veure… mmm… hummm… estoooo…
—¿Lo ves, lo ves? Ni puta idea tienes, nen, mecachum l’olla. Si ya u sabía yo. No me escoltes mai, desgrasiat. Sempre estás en Babia, pensan en el temps que hará demá y en las calamarsadas dels collons.
—Vale tiu, vale. Lo tinc todo apuntat en mi llibreta de notas. A veure, si, aquí está. Mira… «Punto número 1: Tomar por la fuersa TV3, interrumpir la emisión del Loto Catalunya, que es su programa más visto, y salir en antena disfrasados de tamborileros del Bruc, amenasando a tutom que si no acaban las obras de la Sagrada Familia en tres meses y un día prenderemos foc al chalet de Pascual Maragall y adulteraremos todos los donuts de la provinsia… ».
—Y por qué farem aixó, a veure, dime…
—Ostras, Pere, quina pregunta mes beneita. Pues parque som el FGP… y porque te amo, claro.
—Calla burru, mas que burru. Me tienes farto, eres un poca solta, un inutil sin pisca de seny. No te enteras de res. A nosaltres lo que nos interesa de veritat es arribar a la Moncloa, cony. La nostra misión es tan grandiosa que Cataluña se nos queda petita. Primero la Generalitat, aixó si, pero després la bodeguilla. En aquest país ha de parlar catalá tot dios, sensa excepción. Y nosaltres dos nos hemos de convertir en emperadores de las Españas. Yo seré Francisco José y tú Sissi. Y allavorens, seguidamente, nos apoderarmos del mon y haremos de la tierra el primer planeta moñarda de la galaxia, guaite.
—Lo que tu diguis, Pere, rei meu, pero no debemos olvidarnos de la Menchu.

La sola mención de aquel nombre hizo que Pere se tensara como un resorte. La Menchu era un valenciano que había sido novio suyo en tiempos estudiantiles, al que abandonó sin contemplaciones cuando conoció a Oriol. Sometido en Andorra a una operación de cambio de sexo, el presupuesto no le dió para ir mas lejos, la Menchu era ahora un fornido transexual que por venganza quería fastidiarle a Pere sus planes y conseguir que Valencia fuera la primera provincia española donde se producía un golpe de mano travelo, para lo cual había reclutado su propia banda terrorista, compuesta por unas cocineras ninfómanas cuya tapadera no era otra que el restaurante La Paella Feliz, propiedad de la familia de la Menchu y base de operaciones del CHE, Comando Hincándotela Estupendamente.

—La Menchu, la Menchu… Esa solo piensa en quemar pólvora. Menudos pirómanos están fets.

Por mucho que le quitara hierro al asunto, Pere sabía muy bien que la Menchu era otro delirante megalómano como él capaz de todo con tal de joderle la marrana. La Menchu también aspiraba a ser el cerebro criminal más grande de la historia, y entre sus telúricos propósitos figuraba el de instaurar un estado de fallas permanente en todo el país, y a partir de aquí imponer valenciano y esperanto como idiomas únicos universales. A Pere le repateaba especialmente esto último, pues consideraba que el valenciano era un burdo derivado del catalán, motivo por el que en realidad se habría distanciado sentimentalmente de la Menchu para arrojarse a los brazos del primero que pasara, que no fue otro que Oriol, aunque éste, de todo esto, no tenía la menor idea. Todo y encontrarse siempre en las nubes, no obstante, cualquier tema referente a la Menchu ponía en alerta a Oriol, que creía verla por todas partes. Por eso, Pere atribuyó a dicha paranoia lo que a continuación le dijo aquel.

—Lo que tu vulgis, pero juraría por Papaseit que la otra madrugada vi a la Menchu pendoneando por el drugstore de Paseo de Gracia.

-¿En el drugstore? ¿Y qué hacías tu allí, soputa, ficársela por la boca a un altre? Seguro que ibas ciego de Aromas de Montserrat y la confundiste con otra, burratxu, mes que burratxu.

EPILOGO:
¿Se verán las barbas frente a frente Pere y la Menchu? ¿Causará víctimas colaterales la loca carrera de poder en la que se han enfrascado FGP y CHE? ¿Sabrá estar Oriol a la altura de las circunstancias y no meter la pataza? Dejen ya de hacer preguntas y no se pierdan el próximo capítulo de El canalla. Una radionovela curada de espantos.

© 2012 Jaime Gonzalo.

 

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