Esta semana: «Superthings»
Ni abrochándose el cinturón de seguridad es posible dejar de clavar los dedos en los brazos de la butaca y apretar los párpados con fuerza mientras Claw Hammer conjuran a fuerzas superiores. Las que aquí arrecian, conjuradas en su penúltimo álbum, Thank the holder uppers, 1995, son una de las muchas pruebas que los de Los Ángeles dejaron mientras se convertían en una de las bandas mas extraordinarias del rock americano «alternativo» de aquella década. Y, sí, su vehemencia extenúa.
© 2013 Jaime Gonzalo.
¡Que grandes fueron! Y que poco caso les hizo el mundo… mundo ingrato y cruel. Esta canción SIEMPRE me hace sudar. Aunque esté quieto mientras la escucho.
Y no olvidemos el directo que recientemente editó Munster !!!