Tren saliendo de La Floresta (1971)
El pasado miércoles se emitía esta entrevista realizada vía telefónica desde el programa San Onofre de Radio Arrebato (Guadalajara). El tema central fue mi nuevo libro, La ciudad secreta, cuya música suena en los recesos.
El pasado 7 de marzo tuvo lugar la presentación de La ciudad secreta en la librería Bakakai de Granada. Eduardo Tébar condujo la conversación a la que se unió el público en diversas ocasiones. He aquí la grabación de lo que allí hablamos, espero que lo disfrutéis.
Jaime Gonzalo.
Cartel de la presentación de ‘La ciudad secreta’ en Almería.
El próximo 16 de mayo a las 20 h tendrá lugar la presentación de La ciudad secreta en Santander.
Jaime Gonzalo.
Entrevista publicada hoy en el diario Ideal de Granada:
El escritor socio/musical y agitador de numerosas publicaciones desde los años setenta y ochenta hasta nuestros días, (Star, Disco Exprés, Vibraciones, Sal Común, fundador de Ruta 66.) acaba de publicar su nuevo trabajo literario, ‘La ciudad secreta’, dedicado a la más experimental escena catalana, aunque con infiltrados granadinos: el grupo unipersonal 32 Guájar Faragüit, pionero del extremismo sonoro en nuestro país.
—¿Qué le atrajo de esa escena concreta para dedicarle este trabajo?
—Varios factores entraron en liza. El componente sentimental de regresar a parte de mi juventud y revivir magias pasadas a título particular; aportar un grano de justicia histórica a la reivindicación de una escena de la que nadie podía o quería acordarse; tomar perspectiva del proceso de barbarie que ha transformado Barcelona en una ciudad donde es imposible que vuelva a ocurrir nada parecido a aquello; la necesidad, en definitiva, de mostrar un fascinante periodo, acaso el verdadero underground barcelonés, si alguno hubo.
Jaime Gonzalo.
© Óscar Corral.
La revista gallega Luzes ha publicado este mes de abril su número 5, el cual incluye una entrevista con un servidor, conducida por Iago Martínez. Bajo estas líneas se encuentra un extracto en su versión original (fácilmente comprensible), cuyo texto completo solo se puede leer en la edición en papel:
O rock é unha lingua morta. A crítica é irrelevante. Nada distingue unha revista de música dun catálogo de traxes de baño. A contracultura é unha estafa. Internet matou o misterio. Xa non se escribe como antes. Os pioneiros eran poucos e mediocres. Ninguén nos aprende a enfermar. Non hai tregua con Jaime Gonzalo. Nin de esquerdas nin de dereitas. Nin vasco nin catalán. Nin amargura nin todo o contrario. Puro desarraigo. Corenta anos de servizo na prensa musical. Media ducia de libros. Non hai mañá.
Jaime Gonzalo (Bilbao, 1957) pasou por boa parte das cabeceiras históricas da prensa musical española, como Star, Vibraciones, Disco Exprés ou Popular 1, onde debutou en 1975, antes de fundar e dirixir Ruta 66 canda Ignacio Julià mediada a década dos oitenta. Dun tempo a esta parte, ademais de colaborar noutros medios, tamén escribe libros. Escupidos de la boca de Dios (2006) interrogaba os protagonistas de La Banda Trapera del Río, o ouveo xarnego de Cornellá, estrelas negras da súa propia constelación obreira. En Combustión espontánea (2008) retrataba e conversaba cos Stooges, unha das bandas que o engancharon ao negocio. Agora, mentres ultima o desenlace de Poder freak, a triloxía na que axusta contas co espellismo contracultural do século XX, promociona La ciudad secreta (Munster, 2014), unha cartografía sonora da Barcelona underground entre 1971 e 1991. O que puido ser e non quixeron que se contase antes do trebón olímpico.
Barcelona, anos setenta. Unha cidade progre e cultureta e unha esquerda peluda, de pantalón de pana e chaqueta negra con El Viejo Topo debaixo do brazo. Moitos acabaron mandando, para a nosa desgraza.
E Jaime Gonzalo? En terra de ninguén. O meu non era nin París nin o marxismo nin o punk que estaba para vir. Nin os cantautores e o rock laietà, o progre, o que dominaba, nin os Sex Pistols, que xa eran portada de Disco Exprés en 1976. Para nós eran lixo, tan innecesarios como os Ramones. Xa tiñamos a T-Rex e os Stooges.
Onde estaban todas estas músicas experimentais para ser secretas? Onde estiveran sempre, pero sen investigar. Non era necesario que ninguén as silenciase, o esquecemento viña de seu. Nos oitenta pasamos dos locais húmidos ao deseño desopilante. Un salto brutal.
Adeus tamén á Barcelona libertaria e á autonomía obreira. Deixaron que esa memoria murchase ela soa. Tocaba frivolidade, era o pulso da época. Alaska y los Pegamoides fixeron moito dano, talvez sen sabelo.
Algo recupérase en Morir de dia, o filme de Joaquín Jordà que remataron Laia Manresa e Sergi Dies. Aí está a parte máis dramática, a da heroína. E no outro extremo tes Barcelona era una fiesta: que ben o pasamos, canto fodemos, que orxías… Vaia concepto do progreso social: foder máis que antes. O que eu recordo é que a vida se puxo complicada naquela altura. Xa non era abondo cun traballiño modesto para pagar o aluguer.
Confesaches unha vez que a política non vos importaba nada. Laméntalo agora? Os maiores estaban todo o día a voltas con iso, por crenza ou por postureo. O antifranquismo era un non parar, e ti o que querías era ligar, pasalo ben, drogas, concertos. A vida, non a política. Tampouco nos educaran para outra cousa. Dixéronnos que viviamos en democracia, que xa estaba, que nos podiamos despreocupar.
Pero non era así. Parecíao.
Extracto y acceso a edición en papel en el sitio web de ‘Luzes’ →
Jaime Gonzalo.
Se publicaba ayer en la revista digital Blisstopic el siguiente artículo de Javier Calvo sobre La ciudad secreta:
«[Hacemos] música de individuos dirigida a individuos, no a masas. Hacemos música para quien la escuche. En este sentido hemos conseguido que no nos distraiga ninguna abstracción como gente, público etc.». Estas palabras las firmaron en los años 70 los integrantes de Perucho’s, una de las bandas más justificadamente legendarias del underground barcelonés. La historia de Perucho’s, que fue una de las primeras bandas realmente subterráneas de la ciudad, viene a ser en muchos sentidos el patrón de toda la escena posterior. Existieron durante cuatro o cinco años, tocaron siempre delante de cuatro gatos, las pasaron putas que alguien les hiciera un disco y se separaron de puro hartos. Cuenta la leyenda que en la sala Zeleste les pagaron una noche que tenían contratada con tal de que NO tocaran. La música de Perucho’s, tal como nos ha llegado al público en el último álbum que grabaron, de 1979, justifica con creces el fracaso en vida de la banda. Un cóctel oscuro de free jazz y noise, disonante y chirriante, con temas de dos minutos, dos saxos chillando y una guitarra tarumba, algo tan fuera de lugar en la Barcelona de los 70 como, no sé, un tebeo de Marvel en la era victoriana.
Jaime Gonzalo.
© Eduardo Tébar
El pasado sábado 8 se publicaba esta entrevista que me hizo Blanca Durán para la revista cultural granadina My Madness:
Jaime Gonzalo: “La música siempre ha sido un medio de escapismo hacia la fantasía adormecedora”
Existió una Barcelona en los años 70 y 80 que sólo se bastaba con ella misma para estar en continuo movimiento. Era una Barcelona donde la música podía llegar a ser una forma de vida, donde se podía bucear en busca de bandas que experimentaban y jugaban sin prejuicios con los sonidos y donde los ciudadanos no tenían que renunciar a sus derechos más básicos en pro de la supervivencia. En esa Barcelona existió ‘La Ciudad Secreta’ a la que el periodista, escritor y agitador de mentes anquilosadas Jaime Gonzalo dedica su último libro. Editado por Munster, el volumen cuenta también con tres CD recopilatorios de la música de aquellos años y está repleto de las claves necesarias para quitarnos la venda de los ojos.
—Algo muy mágico tuvo que tener la Barcelona de antes de las olimpiadas como para merecer un libro entero…
Atribuir magia a algo me resulta demasiado romántico. Sencillamente Barcelona era una ciudad habitable, con sabor y olor propios, que había dispuesto de una contracultura autóctona, seguramente gracias en primer lugar a los hijos de una burguesía ilustrada que estudiaban en el extranjero. En ese tardío interín contracultural, que prácticamente coincide con la Transición, todo eso se funde al transcurrir el tiempo con una reivindicación de la tradición anarquista y vanguardista de la ciudad, con las comunas y la reaparición del cooperativismo, con las radios libres, con el punk y la cultura del cassette, con la tecnología, etc. En los veinte años que abarca el libro, así como en las décadas anterior y posterior, suceden en Barcelona un sinfín de acontecimientos y acciones que hacen posible la utopía dentro de la entropía. Demasiado hermoso, e ignorado, como para no dedicarle un libro.
Jaime Gonzalo.
Organiza: Anòmia
Lugar: Aulas CCCB
Día: 21 de marzo de 2014
Hora: 19:00h / 21:30h
A partir de tres ponències i una taula rodona, viatjarem a través d’alguns d’aquells fets, persones i col.lectius, espais i activitats que en les últimes quatre dècades, sovint no arribaren a surar per damunt de la superfície cultural de la nostra ciutat i que a nosaltres ens agradaria destacar. Entitats sempre actives que sovint han quedat fora del radar de la majoria, i a vegades fins hi tot de la minoria, però que han format sempre part del teixit cultural de la nostra ciutat, encara que sigui en segon (o tercer) terme, i sovint de la manera més heterodoxa. Parlarem de com han nascut i de què s’han nodrit i de quina manera des dels temps en els quals no existia la informació online fins al dia d’avui, i debatirem com ha sigut la seva experiència des d’un habitat cultural hostil com és el de la ciutat de Barcelona.
Primer Bloque: «Rupturas Sónicas de la Barcelona Extinguida»
con Javier Hernando, Jaime Gonzalo
Tomando como punto de partida la reciente edición del libro La Ciudad Secreta de Jaime Gonzalo y los capítulos escritos por Javier Hernando para Alter Musiques Natives en 1995, sus autores exhumarán los insólitos descubrimientos de sus búsquedas y vivencias de una escena musical transgresora y de gran disidencia con el oficialismo cultural, un exilio interior en la Barcelona preolímpica ya practicamente extinguida.
Jaime Gonzalo.
