NUEVOS MANIFIESTOS SURREALISTAS. Rock Francés de Vanguardia 1963-1985

Mala intención o incompetencia, si no ambas cosas a la vez, cualquiera que fuera la causa, este artículo apareció publicado, hace unos meses en Ruta 66, con unas alteraciones que lo desvirtuaron sensiblemente, atribuyendo parte del texto a otro autor y rompiendo caprichosamente su esquema narrativo. He aquí la versión original.

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Magma

Magma

Exhumo de mis archivos un anciano número de Rock & Folk, cabecera decana de la prensa rock francesa, seguramente, con NME, de las primeras publicaciones musicales que se importaron en España. Hojeemos por encima el contenido del ejemplar en cuestión, perteneciente a diciembre de 1968: La edición parisina de ese año del American Folk Blues Festival, con figuras estelares como John Lee Hooker y Jimmy Reed. Los Mothers of Invention en el Olympia. El Paris Jazz Festival, con, entre otros, Dizzy Gillespie, Sony Murray y Ravi Shankar. Una extensa previa de Beggar’s Banquet, un reportaje sobre Yellow Submarine. Y entre la copiosa publicidad, de instrumentos y equipos de todo tipo, de libros y partituras, anuncios de las inminentes ediciones domésticas de los últimos lps de Fugs, Grateful Dead, Doors, Jimi Hendrix Experience…todo en tiempo real, apenas unos meses despues de que las revueltas de mayo paralizaran el país. Estábamos muy cerca de aquello, pero da idea esta somera relación de lo mucho que aquí en España, comparativamente, nos perdíamos o conocíamos con demora. También, de la estrecha sincronía del país vecino con el pulso de las “new directions” del momento, iniciada en la década de los 50, despues de la guerra, una vez Estados Unidos utilizara Francia como tubo probeta de la implantación en Europa del capitalismo de consumo.

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No en vano París había sido junto a su ancestral enemiga Berlín capital de la modernidad, y fuera ésta como todas las modernidades auténtica o impostada, tras el rescate americano seguiría simbolizando y en muchos casos forjando la tradición de vanguardia europea (véase el nouveau roman, la nouvelle vague, la haute couture, el estructuralismo, el tachismo, el art informel, el movimiento Zero, el nouveau realisme). Históricamente mejor instruida que cualquier otra nación del viejo continente para asimilar los excedentes de mercancía que la llamada cultura pop producía en Estados Unidos y el Reino Unido, Francia iba a ser el puerto de entrada en Europa de ese nuevo imperialismo, tan sugestivo. El Hexágono podía haber perdido su cetro en el mundo del arte, pero en compañía de Nueva York y Londres, París continuaba resultando esencial para comprender lo que entonces sucedía en la civilización occidental. Además de asimilar y/o imitar todos los cambios que el rock trajo consigo durante la evolución de los 60, en base a su tradición avant-garde París también produciría una reacción a esa preminencia anglosajona, generando unas características propias, una escena experimental autóctona que quedó eclipsada por el krautrock y de la que prácticamente no se ha vuelto a dar noticia.

Contadas han sido las reivindicaciones de una corriente que en España llegó a filtrarse en escuetas dosis por el underground barcelonés inmediatamente anterior al punk, lo cual explica que entre aquellas se encuentren la acogida que Cataluña ha dispensado a Pascal Comelade, el capítulo dedicado al rock francés de vanguardia en La Madrugada Eterna (Futura Ediciones, 1996), un libro todavía referencial, y las recientes reediciones por parte de Wah Wah de Heldon y Lard Free. Hechos aislados en un descuido generalizado y perpetuado, agravado por la dificultad endémica para localizar sus obras que con anterioridad al CD había caracterizado al género, a estas alturas aún pendiente de una reposición come il faut. Y es que a diferencia del kraut, esa rama del rock progresivo europeo no ha sido reclamada por el canibalismo postmoderno. Constituye todavía excitante territorio virgen, escenario de aventuras insólitas, eximido de prejuicios y complejos.

TIO BILL HA LLEGADO A LA CIUDAD

William Burroughs frente al Beat Hotel en 1959

William Burroughs frente al Beat Hotel, 1959 (Foto © Brion Gysin)

Pongamos que todo da comienzo durante la primera guerra mundial, cuando un masivo contingente de soldados americanos toma contacto con la sociedad francesa. Muchos son los que quedan cautivados por París. Cosmopolita encrucijada de exiliados, perceptivo y tolerante dédalo de bohemias, dará refugio a una nutrida colonia de jazzmen estadounidenses, huidos del racismo y posteriormente expulsados por la ocupación nazi, origen del flechazo entre la ciudad y el jazz, avalado por intelectuales tan dispares como Sartre y Boris Vian. Esa relación se retoma en 1949 con la llegada de Miles Davis a París, marcada por su idilio con la actriz y cantante Juliette Greco, musa del existencialismo, y ya a partir de finales de los 50 con la progresiva diáspora del free jazz, que encuentra a orillas del Sena público y respeto. Mientras Allen Ginsberg negocia con Maurice Girodias de la editorial Olympia Press la publicación en Francia de El Almuerzo Desnudo, inviable en Estados Unidos por motivos de censura, también tendrá sus consecuencias la irrupción en 1959 de William Burroughs, instalado temporalmente en una lúgubre pensión del Barrio Latino, el llamado Beat Hotel, residencia así mismo del citado Ginsberg, Peter Orlovsky y Brion Gysin, que asistirá allí al ilustre yonki en el parto de la técnica cut-up. Así está el patio cuando en 1963, procedente de Melbourne via Londres, fascinado por el free jazz y la poesía beat, un bisoño Daevid Allen se registra en el Beat Hotel.

Burroughs delegará en Allen la formación de una banda de jazz que ponga música a la escenificación de El Ticket Que Explotó, otra de sus obras, y el resultado, The Machine Poets, al que se une el músico repetitivo norteamericano Terry Riley, también residiendo en París y propagando allí sus investigaciones en materia de tape loops, acaba al raso en la rue parisina, con éste y Allen ofreciendo un improvisado recital de “motor de motocicleta, guitarra eléctrica y poesía”. Gracias a su matrimonio con una millonaria heredera australiana, Allen representará a su país en la Bienal parisina del 63 con un montaje multimedia basado en la experiencia de los Machine Poets, a su vez desencadenante de The Soft Machine, que gesta en Mallorca, priores de la orden de Canterbury, cofundadores de la psicodelia británica a los que durante verano de 1967 su manager Giorgio Gomelski mantiene ocupados actuando a destajo por la Costa Azul. A resultas de ello, deslumbrado durante un concierto en la plaza mayor de la exclusiva localidad de Saint-Tropez, el productor y playboy discográfico Eddie Barclay invita al grupo a protagonizar la Nuit Psychédélique, sonada fiesta que los convierte en favoritos de la gauche divine parisina, granjeándoles numerosas intervenciones televisivas y una aparición en la Bienal de ese año.

Dashiell Hedayat

Dashiell Hedayat

Puesto que problemas de visado le impiden volver a entrar en Inglaterra, Allen abdica de su jefatura en Soft Machine —posteriormente ejercerán una gran influencia en Francia, y a la inversa, especialmente en el caso de Kevin Ayers— para permanecer en suelo galo. Mientras tanto, París ha cambiado. Antiguo dominio existencialista y posterior oasis beat, el territorio comprendido por los quartiers de Buci y Saint Germain des Pres lo ha conquistado una nueva bohemia que ahora ocupa las habitaciones del Excelsior, el Idéal o el ya conocido Beat Hotel de la rue Git le Coeur. Donde jazzmen y beatniks se chutaban heroína, otra generación descubre la eucaristía lisérgica. Sobreviven vestigios de esa época que ya parece lejana, como la librería Shakespeare et Company, fundada por Walt Whitman y conservada por su hijo, delante de Notre Dame y asiduamente frecuentada por Ginsberg y cía. Pero la nueva fauna inunda el barrio. Actrices y actores (Martine Simonet de Le Dernier Métro; Raul Gimenez, fetiche de Fassbinder; María Schneider), cineastas (Pierre Clementi, el español Adolfo Arrieta), fotógrafos, escritores, estrellas locales de rock’n’roll (Vince Taylor), camellos, colgados, personajes emblemáticos del underground. Son el in crowd parisino, y tienen sus templos en boîtes —o discotheques, que al igual que la prensa underground deben su origen a la Resistencia—, como Chez Castel, donde serán presencia regular el transexual Peki d’Oslo, luego Amanda Lear, y la modelo Nico, también los Stones, los Beatles o el Living Theatre y otros artistas a su paso por la ciudad.

Christian, líder de Magma

Christian Vander, líder de Magma

Todavía es de buen tono fumar hachís mientras Coltrane gira en el pick-up, no obstante el rock psicodélico ya es lo preceptivo. Su cancha por excelencia es la del Golf-Drouot, la primera discoteca rock de París. Abierto en 1955 entre la rue Drouot y el boulevard Montmartre, había sido un mustio salón de té con minigolf hasta que en 1961 se instala allí un jukebox con las últimas novedades de r&r. Durante la primera mitad de los 60, en su escenario serán descubiertas muchas figuras yéyés y vivirá noches triunfales Gene Vincent. Entre 1965-70 harán lo propio los Who, Free, David Bowie y otros artistas británicos. Al circuito de salas, estudios de grabación y tiendas de instrumentos, cabe sumar una cultura e industria discográfica sólidamente establecida, liderada por Disques Vogue, en principio especializada en jazz y desde finales de los 50 disputándose los mercados de pop y rock con Pathé Marconi, Philips y Barclay, que dispondría de filial española. Liderada por George Karakos, un distribuidor/importador independiente, Jean-Luc Young, un empleado de Barclay, y Fernand Boruso, un ejecutivo de Saravah, el sello creado por el cineasta Claude Lelouch, la discográfica BYG se suma en 1967 a ese gremio. Al igual que el Golf Drouot y como veremos más adelante, será esencial para el asunto que nos atañe.

QUEL JERK ELECTRONIQUE, CETTE INIGÓ!

1967 es también el año en que toda esa agitación psychédélique se mimetiza con la vanguardia académica, otro de los afluentes del avant-rock francés, enraizada en una larga trayectoria que en esos momentos representaban nombres venerables como Olivier Messiaen y Pierre Schaffer, y discípulos aventajados como Pierre Boulez y Pierre Henry. Este último investiga en su propio estudio las aplicaciones electrónicas en la musique concrète de Schaffer. En ese contexto se inscribe una pieza experimental de ballet, Messe Pour Le Temps Présent, que por encargo del coreógrafo Maurice Béjart compone junto a Michel Colombier, un chaval que a los 22 ya era director musical y arreglista de Barclay Records, colaborador de Gainsbourg y autor ese mismo año de un ecléctico experimento propio titulado Capot Pointu. El álbum correspondiente se convertirá en un superventas de la música contemporánea, polinizando los sonidos de las rock discotheques con frenéticos efectos electrónicos. Volcadas en singles, travesuras como «Psyché Rock», «Jericho Jerk» y «Teen Tonic» hacen del tandem Henry-Colombier, los autodenominados “jerks électroniques”, revulsivo de discotecas de media Europa, incluida España, con el habitual retraso, donde entran de la mano de Jose Mª Iñigo en 1972, al utilizarlos como sintonía del espacio televisivo Estudio Abierto (actualmente una variación del mismo tema realiza idénticas funciones en Futurama).

Malicorne

Malicorne

Inspirándose en esa idea, Arsene Souffriau, epígono belga de Henry también con estudio electrónico privado, lanza en 1969 el álbum The Free Pop Electronic Concept, pero es solo una anécdota en un año cero, después del eufemísticamente llamado Mayo de la Revolución, durante el que importantes sucesos tienen lugar en París. Los de 1968 han sido meses bisagra. Por el Golf Drouot han empezado a desfilar bandas alemanas como Amon Düül y grupos locales influidos por el blues progresivo como Le Blues Convention, donde militan futuros miembros de Magma y Heldon. Han proliferado también las publicaciones alternativas, encabezadas por Actuel, que inicialmente funda ese año Claude Decloo, A&R de BYG, para dedicarse al jazz, si bien George Karakos no tarda en sustituirle a la dirección, enfocándola hacia el pop. En compensación, Karakos permite a Decloo crear un sello de jazz, BYG-Actuel. De 1967 a 1968 BYG se había concentrado en el blues y artistas británicos como Alexis Korner y The Aynsley Dunbar Retailation, pero la subsidiaria Actuel se especializará en free jazz. Empieza en 1969 brindando su primera oportunidad al Art Ensemble of Chicago, instalados en París, donde permanecerán por espacio de tres años grabando para diversos sellos. Durante el verano, con la ayuda de Jacques Bisceglia, fotógrafo de Actuel, BYG-Actuel ficha a la mayoría de sus artistas aprovechando la celebración en Argelia del Pan-African Music Festival, donde participan Archie Shepp, Anthony Braxton, Don Cherry y Sun Ra. Así, durante la segunda mitad de 1969, graban sin descanso en París a esos y otros artistas hasta contabilizar casi treinta referencias, documentando el final, que no ocaso, de un género cuya otra única opción discográfica entonces era ESP-Disk en Nueva York, y abriendo un mercado en Francia al que se suman sellos como Palm, Shandar y Futura.

El consorcio BYG-Actuel también organiza una cadena de tiendas en ciudades universitarias, y a finales de año el festival Actuel, el primero de sus características en Francia, si bien el emplazamiento original, en las afueras de París, debe ser cambiado al prohibirlo las autoridades por temor a que se reproduzcan las algaradas de un Mayo todavía fresco, trasladándose a la localidad belga de Amouiges. Financieramente fracasa, pero el acontecimiento deviene historia. Cinco noches y sesenta horas de música, cincuenta y seis artistas, veinte mil espectadores. Frank Zappa en funciones de maestro de ceremonias y un cartel bifurcado entre rock progresivo y free jazz, con Captain Beefheart, Pharoah Sanders, Pink Floyd, Caravan, Sonny Sharrock, Yes, el Art Ensemble, The Nice, Ten Years After, Soft Machine, Pretty Things y el Daevid Allen Group.

Gong "Magick Brother"

Gong "Magick Brother"

Allen se había exiliado de nuevo en Mallorca tras padecer efectos colaterales en mayo del 68, incubándose también allí el embrión de lo que iba a ser Gong (ver Ruta 161). De regreso a Francia, abortadas sus negociaciones con Pathé y Barclay, será Karakos quien se lo lleva a BYG, de ahí su inclusión en el festival. Para BYG y con cambiantes formaciones paneuropeas, Allen grabará los tres primeros títulos de su discografía, sus discos franceses, compendios de psicodelia patafísica cuyo hálito experimental inseminará la escena progresiva parisina, especialmente el tercero, Camembert Eléctrique (BYG-71), que populariza a Gong en Francia y a partir del cual Allen y su jipiosa tribu se mudan a Londres, tentados por Virgin. Acreditado a Gong, el primogénito, Magick Brother, se registra en septiembre de 1969, pero se le adelanta Melmoth con La Devanture des Ivresses (Arion-CBS), la primera referencia plastificada del underground francés. Melmoth era el alter ego del literato Jack Alain Léger, autor de una muy libre traducción francesa de Tarantula de Dylan, responsable también de vertir al francés un poemario de Leonard Cohen y a Tolkien, rock critic ocasional en Rock & Folk, y su disco contenía una para su época audaz síntesis de pop, free jazz, avant-garde, acid test y delirios surrealistas. Ambos pioneros, Allen y Léger, no tardarían en colaborar.

De la representación francesa en el festival Actuel había destacado un tercer proyecto anticipador, Ame Son, híbrido de free jazz y psicodelia formado en la estela de Gong por dos de sus miembros, cuando todavía se hacían llamar Bananamoon, y el hermano del cineasta Philippe Garrel, que debutarán con BYG al año siguiente. Antes de finalizar, 1969 también ve nacer a Magma y conoce la inauguración del Rock ‘n’ Roll Circus, discotheque y sala de conciertos puntera hasta 1972, muy frecuentada por músicos, escenario de inminentes actuaciones de Pink Fairies, Arthur Brown y los Doors, cuyo Rey Lagarto pillaría su última cogorza allí dos años más tarde.

MEKANÏK DESTRUKTïW KOMMANDÖHS

Ame Son

Ame Son

El nuevo año es el de la eclosión. Hechos destacables: Popanalia, otro festival que organiza Karakos en la riviera francesa, naturalmente con graves pérdidas (solo pagaron 4.000 de los 30.000 hippies o babas congregados; interrumpido al cabo de dos horas de iniciarse por un sabotaje eléctrico, de los grupos anunciados —Gong, Soft Machine, Traffic, King Crimson, Eric Clapton— solo llegaron a actuar Zappa y Joan Baez); un cambio de dirección en la revista Actuel, cuya férula pasa a manos de Jean-François Bizot, que la reconvierte en artefacto contracultural, modelo luego copiado en España por Star; la aparición de otra revista underground, Parapluie, exclusivamente dedicada a la nueva escena; el asentamiento en Francia del manager de Soft Machine, Giorgio Gomelski, ideólogo y factotum del british r&b, que representará y producirá a Magma, colaborando en el auge de Gong. No obstante, lo más indicativo del crucial cambio que iba a sufrir el rock francés en 1970 es la abundancia de bandas y discos aparecidos ese año.

Al debut de Ame Son, Catalyse, muy recomendable, fiel reflejo de lo influyentes que en ese contexto llegan a ser la avalancha new thing desencadenada por BYG-Actuel y el space-rock de Gong, le sucede una epidemia. Formado en la Sorbona durante la ocupación del 68, Red Noise, rupestre célula fundada por miembros de Ame Son y Patrick Vian, hijo de Boris, debuta con Sarcelles-Locheres (Futura), lo más parecido a Fugs a aquel lado de los Pirineos. Escindido ese mismo año, Red Noise da lugar a una breve carrera por parte de Vian, que facturará en 1975 la B.S.O. de una película del realizador experimental Jérôme Laperrousaz, como ya habían hecho antes Gong, quien a cambio le produce en 1976 Bruits de Temps Analogues, album aparecido en Egg, una subsidiaria de Barclay dedicada a argonautas electrónicos como Vangelis o Tim Blake. El resto de Red Noise reaparece como Kominterm, banda trotskysta-situacionista de parodia política que en 1971 graba Le Bal du Rat Mort (Pathé-Marconi). Mahogany Brain, vehículo del poeta y cineasta Michel Bulteau y el saxofonista Patrick Geoffrois, urde en 1970-71 With (Junk-Saucepan) When (Spoon-Trigger) (Futura) y el durante años inédito Smooth Sick Lights (Tapioca), dos alucinatorios álbumes movidos por una disfuncionalidad estructural que profetiza la no wave, conectando a Beefheart y Velvet con Antonin Artaud, vertiente literaria ésta que reafirman con su participación en el colectivo Les Poètes Electriques, que bendecido por el poeta surrealista Louis Aragon se agrupa en 1971 alrededor del Manifeste Electrique. Otro poeta con veleidades rock, y futuro autor de best sellers, el antes citado Jack Alain Léger reaparece esta vez encarnado en Dashiell Hedayat, con el LP Obsolete (Shandar-RCA). Confeccionado con el respaldo instrumental de Gong, incluye un breve monólogo de William Burroughs grabado por Allen y utilizado sin su consentimiento por Léger, motivo de una trifulca que no empañó los envolventes efluvios de este spleen de space-psych “flippé”, inadvertido en su momento. Henri-Jean Enu, cofundador de la revista Parapluie, no es el único rock ecrivain con banda propia —también uno de los plumillas de Actuel se encontraba al frente de Dagon—, pero si el más destacable gracias a Fille Qui Mousse, colectivo de ideología izquierdista con el que graba Se Taire por une Femme Trop Belle (Futura), álbum de rock experimental depositario de la creciente ascendencia que el kraut irá ejerciendo en Francia, regularmente visitada ya por bandas como Can y Faust. Si bien no llegó a salir a la venta por problemas financieros de su discográfica, las contadas copias prensadas bastaron para desatar un merecido culto.

Magma

Magma

Magma será el proyecto definitivo de esa cosecha, la banda más original e internacional del avant-rock francés. Indistintamente titulado Magma o Kobaïa (Philips), el doble álbum que en 1970 inicia su prolífica discografía pone en conocimiento del mundo las visiones proféticas de Christian Vander, megalómano y esotérico batería de 22 años extasiado por Coltrane. Estas, afines a la psych-fiction de Allen con el Planeta Gong y Paul Kantner de Jefferson Airplane en Blows Against The Empire, por no mencionar el Outer Space de Sun Ra, hablan de un universo paralelo, Kobaïa, desde el que otra raza vendrá a la Tierra para liberar al hombre de sus miserias. Con más apariencia de secta que de banda y una simbología sospechosa por neofascista, musicalmente sujeta a una teutónica marcialidad operística en la que jazz y rock colisionan con Bartok y Orff, Magma será una empresa valiente y apasionadamente personal, que se expresa en su propio idioma, el kobaïano, y en sus propios términos estéticos. La demiurgia de Vander, y de sus cómplices más duraderos, el vocalista Klaus Basquiz y el bajista Jannick Top, crea escuela a partir de un señalado tercer álbum, Mekanïk Destruktïw Kommandöh (A&M-73), que establece el estilo zeühl, génerico en principio aplicado exclusivamente a Magma y luego englobador de aquellos a los que inspiran. Numerosos y de muy distinta procedencia, hasta llegar a la actual vanguardia nipona, los iniciados del Zeühl más inmediatos proceden de escisiones de Magma como ZAO —Z=7L (Philips-73)—, Yoch’ko Seffer —Delire (Ima-76)—, y Weidorje —Weidorje (Cobra-78)—; pero no podemos olvidar a correligionarios como Dün —Eros (Soleil Zeühl-81)—, Art Zoyd —Symphonie Pour le Jour Ou Bruleront les Cités (Art Zoyd-76)—, y los belgas Univers Zero —1313 (Cryonic-77), entre muchos otros.

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GUERRILLAS ELECTRONICAS Y ROCK DESDE LA OPOSICION

Además del zeühl, el rock progresivo francés se ramificaría a lo largo de los 70 en otras tres vertientes, sin contar el folk-prog (Malicorne, Tangerine) ni sinfónico (Ange) o jazz-rock (Pulsar). Electrónica, la primera se origina en Schizo, banda capitaneada por Richard Pinhas, un estudiante trotskysta de la universidad de Nanterre, donde el filósofo post-estructuralista Gilles Deleuze le inspira con su concepto del esquizoanálisis la formación de dicha banda en 1971. Dos singles autoeditados en su propio sello Disjunta, modernistas reformulaciones del blues rock progresivo que hibridan a los jerks electroniques con el estructuralismo, prologan su reencarnación en Heldon, con los que graba siete LPs, siendo los dos primeros Electronic Guérrilla (74) y Allez Teia (75). En ambos LPs confluye ciencia-ficción, filosofía, política,Terry Riley, el impacto causado por King Crimson y No Pussyfooting de Fripp & Eno, y la introducción de los sintetizadores VCS3 y AKS en Francia. Paralelamente, en solitario Pinhas da comienzo en 1977 a una dilatada carrera que le consolida con Magma como el más esencial de los músicos franceses de su generación.

Lard Free

Lard Free

Esa vertiente electrónica auspiciada por Heldon redundará en una oleada de sintetistas y correos cósmicos que contagia a Bélgica —Neuronium, luego afincados en España— y deja en Francia fecunda impronta, el ya citado Patrick Vian, Space —donde figura Jannick Top—, ZNR, descendientes de ZAO, y el populista Jean Michel Jarré. Los más activos son Clearlight y Pierre Besombes. Formados por el ex-Melmoth Christian Boulé y el teclista Cyrille Verdeaux, los primeros son autores de cuatro exuberantes LPs por cuyas formaciones transita gente de Gong, ZAO, Triangle, King Crimson y Musica Elettronica Viva. Por su parte, Besombes, alumno de Stockhausen y Xenakis, abre su propio estudio en 1976 y factura allí con su colaborador Jean Louis Rizet tres LPs de enigmáticos sintetismos. Besombes también formaría la banda Hydravion, fundando despues el sello Pôle-Tapioca, en cuyo catálogo cabrán obras de Magma y Gong. Influido por Heldon y bautizado con el título de una de sus canciones, Fluence, con base en Montpellier y fundado por Pascal Comelade, protagoniza una segunda vertiente o subvertiente. En 1975 graba con ayuda de Pinhas su LP homónimo, editado por Besombes en Pôle y dividido entre la electrónica ciclotímica y el repetitivismo minimal de Terry Riley, que a su vez venían apostolando en Francia Thierry Muller y el suizo Pierre Mariétan, éste alumno de Boulez y fundador de GERM, Groupe D’Etude et Réalisation Musical, ensemble con el que comparte un LP de improvisación serialista con Riley para BYG-Actuel.

Electrónico pero igualmente involucrado en otras suertes, el batería Gilbert Artman es otro nombre fundamental del periodo, ubicuo activista al que también encontramos en Kominterm, Clearlight y Viva Nova, banda formada por miembros de Clearlight, Gong y Musica Elettronica Viva. Entre sus proyectos propios está Lard Free, otra banda seminal, fundada en 1970 e inicialmente atrincherada en un crepitante free rock, campo en el que producen otro de los álbumes indispensables de la época, Gilbert Artman’s Lard Free (Vamp-73), para mudar luego a texturas electrónicas vinculables a las nebulosas de Tangerine Dream en I’m Around About Midnight (Vamp-75), con Pinhas en la formación, y III (Cobra-77). Simultánea a Lard Free a partir de 1976 es la existencia de Urban Sax, banda en principio paralela donde Artman decidirá su futuro, un colectivo de saxofonistas que en principio destila serialismo electrónico-minimalista, Urban Sax (Cobra-77), para luego convertirse en un monstruo de cincuenta y dos miembros y vistoso aparato teatral a medio camino entre Burroughs y la Arkestra de Sun Ra, protagonista de espectaculares y ritualistas performances, como la que ofrecieron en el Studio 54 barcelonés.

Fille Qui Mousse

Henri-Jean Enu y el resto de Fille Qui Mousse, otro de sus proyectos.

Las fiebres improvisatorias de los primeros Lard Free, podrían relacionarse con una tercera corriente derivada también del zeühl, y por extensión de la influencia de Zappa & Mothers, y que finalmente da lugar a la sección francesa del movimiento RIO o Rock In Oposittion, consecuencia de las visitas de Henry Cow. La banda británica había perdido el apoyo de Virgin y con RIO pretendía organizar a todas aquellas otras formaciones europeas de vanguardia ignoradas por la industria. Bajo el lema “la música que las discográficas no quieren que oigas”, su primer acto fue un festival celebrado en Londres a principios de 1978 cuya representación francesa corría a cargo de Etron Fou Leloublan, excéntrica combinación de cabaret avant-garde y progresivo free liderada desde 1973 por el saxofonista Chris Chanet. El trío debutaría teloneando a Magma, y lanzaba su primer LP Batelages (Gratte-Ciel) en 1977. Su pertenencia a RIO les facultaría una gira por Estados Unidos, caso único en este negociado, de la que se desprendió uno de los seis discos que componen su discografía, concluida en 1985. Posteriormente serían aceptados en la orden RIO otros franceses, Art Zoyd, a los que con el tiempo se sumarían Magma y más formaciones, pues las complejidades del RIO llegan hasta nuestros días y sus ramificaciones conducen a tantos nombres como todo el periodo progresivo francés al completo. Comisariado por Gilles Yeprémian, el que fuera redactor de Parapluie, organizador de giras de bandas británicas y manager de Lard Free y tantos otros, el triple cd 30 Ans d’Agitation Musicale en France 68-98 (Spalax) parece, pues no he tenido el gusto, una útil introducción a todo lo aquí tratado.

 

Texto © 2011 Jaime Gonzalo.

2 comentarios en “NUEVOS MANIFIESTOS SURREALISTAS. Rock Francés de Vanguardia 1963-1985

  1. Pablo Salazar

    -Excelente Jaime!!!!
    Lo has vuelto a hacer, me has descubierto una nueva y exitante escena Underground k desconocia por completo.
    Bueno, conocia cosas del rock gabacho a traves del gran fanzine «Ansias de Color», mas centrado en el Garage-Psych de los agnos 80’s y 90’s, pero este tu articulo…desconocia y deconozco por completo esta excitante escena francesa.
    Gracias.

    P.D.:Te llegaron mis escritos? Te los mande a la direccion de la revista.

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